En los últimos años, hemos sido testigos de un cambio significativo en la forma en que las sociedades abordan los retos diarios, impulsado por un auge en las soluciones tecnológicas e informáticas. La seguridad privada no es una excepción a esta tendencia. Los avances tecnológicos han transformado este sector, proporcionando herramientas que facilitan el trabajo de los profesionales de seguridad. Sin embargo, este progreso también ha generado una falsa sensación de seguridad, ya que no siempre las tecnologías más modernas resultan ser las más seguras.
Las llaves magnéticas, también conocidas como tarjetas de acceso o llaves de proximidad, son dispositivos utilizados en diversos sectores para controlar el acceso a áreas restringidas. Estas llaves presentan varias ventajas frente a las llaves mecánicas tradicionales. Por ejemplo, son fáciles de desactivar en caso de pérdida, pueden integrarse con sistemas de control de acceso más complejos y permiten una gestión más eficiente de las autorizaciones de entrada y salida. Sin embargo, a pesar de estas ventajas, las llaves magnéticas tienen sus propias vulnerabilidades que pueden dar una falsa sensación de seguridad.
Una de las principales amenazas a la seguridad de las llaves magnéticas es la posibilidad de clonación. Con herramientas relativamente accesibles, como lectores/escritores de RFID (Identificación por Radiofrecuencia), un atacante puede copiar la información de una tarjeta y crear una réplica exacta. Este proceso puede realizarse en cuestión de minutos, comprometiendo la seguridad del sistema de acceso sin que los usuarios legítimos se den cuenta. Esta vulnerabilidad ha sido ilustrada recientemente en la película ‘El asesino’, dirigida por David Fincher y protagonizada por Michael Fassbender. En la película, el protagonista adquiere una copiadora de llaves magnéticas en Amazon por un precio muy asequible y la utiliza para clonar una llave en pocos minutos. Este ejemplo refleja una realidad preocupante: es posible adquirir una copiadora de llaves magnéticas por menos de veinte euros y utilizarla con facilidad para duplicar llaves.
Además de la clonación, las llaves magnéticas pueden ser susceptibles a interferencias electromagnéticas. Factores como campos electromagnéticos intensos o ciertos dispositivos electrónicos pueden desactivar temporalmente o incluso dañar permanentemente una tarjeta magnética, dejándola inoperante y causando inconvenientes a los usuarios. Otra amenaza significativa es el hackeo de los sistemas de control de acceso. Estos sistemas, a menudo conectados a redes informáticas, pueden ser vulnerables a ataques informáticos como la inyección de malware o la explotación de vulnerabilidades en el software de gestión. Un atacante que comprometa el sistema de control de acceso puede crear, modificar o eliminar permisos de acceso sin necesidad de tener acceso físico a las llaves. Estos sistemas también pueden fallar por errores como los vistos recientemente con el fallo de Microsoft, que desarrollamos en profundidad en este artículo.
La percepción de que las llaves magnéticas son inherentemente más seguras que las llaves mecánicas puede llevar a una falsa sensación de seguridad. Esta percepción puede hacer que las organizaciones descuiden otras medidas de seguridad esenciales. Por ejemplo, confiar únicamente en la tecnología sin implementar procedimientos de monitoreo y auditoría puede permitir que actividades sospechosas pasen desapercibidas. Hay que tener registros detallados de quién accede a qué áreas y cuándo, y revisar estos registros regularmente.
Además, la falta de mantenimiento y actualización de los sistemas de control de acceso puede dejar abiertas vulnerabilidades conocidas. Esto incluye tanto el software como el hardware del sistema. Los usuarios deben estar adecuadamente entrenados en el uso seguro de las llaves magnéticas y en cómo responder ante la pérdida o el robo de una tarjeta. Además, es importante que el personal de seguridad esté capacitado para identificar y responder a intentos de clonación o hackeo.
Las cerraduras magnéticas no solo están dentro del ámbito de la seguridad, no en vano hay que recordar que todos los coches del mundo pueden abrirse con una llave magnética. Tal y como ya publicó en su día la revista Wired, un grupo de investigadores de una firma de seguridad China demostraron que se podía construir un dispositivo por 22 dólares americanos para poder robar el coche, gracias a un sistema de radio, mediante el cual, estando cerca de la llave en cuestión, se puede transmitir la señal a otra persona cerca del coche en cuestión, para “engañar” al coche, y que así se abra creyendo tener la llave cerca. Jun Li, uno de los investigadores, lo explicaba así: “Tú estás trabajando en tu oficina o comprando en el supermercado, y tu coche está aparcado justo fuera. Alguien se acerca a tí con este dispositivo y entonces una segunda persona puede abrir y conducir tu coche. Así de simple”.
Para contrarrestar las vulnerabilidades asociadas con las llaves magnéticas, las organizaciones pueden implementar una serie de medidas de seguridad adicionales. Integrar tecnologías como la autenticación multifactor (MFA), biometría o códigos PIN puede añadir capas adicionales de seguridad. Esto asegura que, incluso si una llave magnética es clonada, el atacante no podrá acceder sin la información adicional requerida.
Asegurar que las comunicaciones entre las llaves magnéticas y los sistemas de control de acceso estén encriptadas puede dificultar significativamente los intentos de clonación y hackeo. Mantener todos los sistemas de control de acceso actualizados con los últimos parches de seguridad y mejoras de software es esencial para protegerse contra nuevas amenazas. Implementar y hacer cumplir políticas estrictas sobre la gestión de llaves, incluyendo procedimientos claros para reportar y desactivar tarjetas perdidas o robadas, y restringir el acceso solo a personal autorizado, es también crucial. Además, realizar auditorías de seguridad periódicas y pruebas de penetración para identificar y corregir vulnerabilidades en el sistema de control de acceso puede ayudar a mantener la seguridad.