Los bulos y las fake news han proliferado en los últimos tiempos. Inundan a diario las redes sociales y hasta algunos medios de comunicación se hacen eco de ellas. Cualquiera puede verse afectado por ellas. La mayoría de las personas saben distinguir una noticia falsa de la que no lo es, pero a la hora de la verdad las noticias falsas se difunden mucho más rápido que las noticias verdaderas. El objetivo principal de estas noticias falsas es la desinformación, la manipulación, el engaño o el desprestigio de personas o instituciones. Es importante detectarlas a tiempo y desmontarlas para evitar frenar su propagación.
Tal ha sido y sigue siendo la proliferación y relevancia de este tipo de “noticias”, que el Diccionario Oxford decidió que “Fake news” fuese la palabra del año en 2017.
Contar con personas que monitoricen constantemente las redes para detectarlas a tiempo es, sin duda alguna, una garantía de cara a posibles ataques que puedan ir dirigidos a minar la reputación, confianza y credibilidad de mi organización.
Algunas de las ‘fake news’ más sorprendentes de los últimos años que podemos encontrar en internet son:
Fake news 1 octubre de 2016. Aparece una información sobre el hallazgo de miles de votos fraudulentos a favor de Clinton en un almacén de Ohio. Estaban en urnas selladas y se contaron junto con los legales. Una de las webs que difundió la noticia logró 6,1 millones de lectores, según recoge la CNN.
Fake news 2 noviembre de 2016. El papa Francisco apoya la candidatura de Trump. La noticia corrió como la pólvora y alcanzó un millón de interacciones en Facebook. El input salió de la web satírica WTOE 5. Los grandes medios no lo recogieron.
Fake news 3 febrero de 2016. Tmzhiphop.com: Trump ofrecerá billetes de avión gratis de ida a África y México para quienes quieran abandonar EEUU. En Facebook, 800.000 impactos. Era falso.
Fake news 4 octubre de 2016. La web Abcnews.com.co (ya no existe) publicó que el presidente de EEUU Barack Obama había prohibido el juramento de la bandera en los colegios. Era falso. Pero el nombre de la página, muy creíble, confundió a la población.
Fake news 5 abril de 2016. El sitio Thevalleyreport.com publicó la detención de una mujer que había defecado en la mesa de su jefe tras ganar la lotería. Tuvo 1,8 millones de interacciones en Facebook.
Fake news 6 septiembre de 2014. Una mujer pasa por quirófano para tener un tercer pecho. Fotos incluidas. Tuvo gran recorrido.
Fake news 7 agosto de 2015. Encontrado un tren nazi en Polonia con un tesoro escondido. Llegó a medios serios de todo el mundo.
Fake news 8 diciembre de 2015. Una periodista de The Sun se inventó que viajó como refugiada a Siria, y llegó desde Turquía a París en seis días, saltándose todo tipo de controles. Muchos medios mundiales la creyeron.
Fake news 9 octubre y noviembre de 2017. Emilio Botín no murió de un infarto en casa, sino que fue asesinado por el amante de Ana Patricia Botín, su hija, en el despacho que tenía en la sede del Banco Santander. Es más, el Gobierno lo sabía y no hizo nada para impedirlo. Pero hay una investigación en curso. Estas informaciones, publicadas por La tribuna de Cartagena, fueron desmentidas por Eldiario.es y Elplural.es.
Fake news 10 enero de 1835. El New York Sun se inventa que un astrónomo inglés ha descubierto vida en la Luna a través de un telescopio. El hallazgo incluye unicornios y pájaros humanos. Para cuando la verdad salió a la luz, varios medios se habían hecho eco de la noticia del siglo. El diario confesó y mantuvo el ritmo de ventas.
En nuestro país, como en el resto del mundo, millones de internautas utilizan la Red para leer noticias, sin embargo, las fake news o noticias falsas pueden suponer un verdadero ataque de desinformación. La falsedad de estos mensajes unida a la rápida viralización que se consigue con su trasmisión a través de las redes sociales, puede generar alarmas innecesarias, desprestigiar la imagen de una persona, una empresa o institución, o bien manipular las decisiones de los ciudadanos que tengan acceso a ellas. Para luchar contra estas fuentes de desinformación y para animar a los ciudadanos a que se blinden ante las fake news que puedan llegar a sus dispositivos, la Policía Nacional elaboró una guía con cinco sencillas pautas:
1. Conoce la fuente de la noticia: “googlear” los mensajes nos puede dar una rápida respuesta sobre la fiabilidad de su contenido. Puede tratarse de noticias antiguas, hechos que se han exagerado o pseudonoticias. Los perfiles o cuentas anónimas a veces son un indicio que nos debe hacer desconfiar. En ocasiones también puede tratarse de robots; observando su actividad y sus seguidores podrás reconocerlos.
2. Contrasta la noticia: acudir a otros medios en los que confíes o a fuentes oficiales es la forma más rápida de conseguir una segunda opinión. Los enlaces a otras webs o fuentes oficiales incluidos en la noticia que justifiquen la información refuerzan su veracidad.
3. A veces una imagen no vale más que mil palabras: sobre todo cuando se trata de pantallazos o imágenes que se usan descontextualizadas o incluso manipuladas. Los programas de retoque fotográfico y edición de imágenes son una herramienta a la que acuden con frecuencia los creadores de fake news por la apariencia de realidad que pueden conseguir.
4. Identifica los patrocinios: recuerda que, aunque la información no pueda considerarse falsa estrictamente, saber quién es el emisor del mensaje o patrocinador puede ayudarte a averiguar si se trata de una opinión o de auténtica información objetiva, podrás contextualizarlo y favorecer el pensamiento crítico.
5. Ante la duda sobre su veracidad, abstente de compartirlo. No te conviertas en un peón de los creadores de fake news y evita que te utilicen para difundir su falso mensaje. Por muy alarmante que parezca la noticia, antes tómate unos segundos para pensar en si su reenvío a tus contactos está justificado ¡Que el sentido común sea también el más común de los sentidos!
Tal y como advierte la propia Policía Nacional, la responsabilidad de la difusión de estos mensajes falsos es de todos. Cada internauta que reenvía este tipo de contenidos contribuye a su viralización, con todo lo que ello conlleva. Uno de los objetivos de sus creadores es conseguir una difusión amplia y rápida. Concienciar a los ciudadanos sobre la importancia de no participar en estas cadenas de desinformación es fundamental para evitar ser víctimas de su manipulación.
Higinio Almagro Castro
Director del departamento de Comunicación del Grupo Centro Andaluz de Estudios y Entrenamiento