En una medida que ha acaparado la atención de los medios de comunicación de todo el mundo, Estados Unidos ha anunciado el cierre de TikTok, una de las plataformas sociales más populares de la última década. Este hecho culmina una escalada de tensión que venía intensificándose entre la gigantesca red social asiática y el país más poderoso del mundo.
El origen de TikTok y su ascenso a la cima
TikTok es una aplicación de origen chino lanzada en septiembre de 2016 por ByteDance, una de las empresas tecnológicas más grandes de China. En un principio la aplicación se llamaba Douyin y estaba dirigida exclusivamente al mercado chino. Para alcanzar mayor expansión internacional, ByteDance lanzó TikTok en 2018, tras adquirir la plataforma Musical.ly, una popular aplicación estadounidense dedicada a la creación de vídeos musicales cortos. Esta maniobra permitió a TikTok hacerse con una cartera de usuarios sólida y aprovechar el gancho de un mercado que resultaba muy atractivo, especialmente entre los jóvenes.
La clave del éxito de TikTok radica en su algoritmo, que utiliza inteligencia artificial para personalizar el contenido según el perfil de cada usuario, manteniéndolos enganchados durante horas. A diferencia de sus competidores iniciales, como Vine, que cerró en 2017 o Snapchat, que se centraba en mensajes temporales, TikTok ofrecía una experiencia más inmersiva basada en vídeos cortos con sofisticados efectos y herramientas fáciles de usar. La integración de actualidad musical, desafíos virales y colaboraciones entre creadores, también ayudó a posicionarla como una plataforma única y altamente participativa.
Otros competidores, como Instagram y YouTube, tardaron en adaptarse a este formato. Aunque finalmente lanzaron funciones similares como Reels y Shorts, TikTok ya había conseguido una audiencia global con su estrategia innovadora. En poco tiempo, la aplicación se convirtió en un fenómeno cultural, alcanzando más de mil millones de usuarios activos en todo el mundo para el 2021.
Causas
El gobierno de Estados Unidos ha justificado el cierre de TikTok por diversas razones, entre las cuales destacan preocupaciones de seguridad nacional, acusando a TikTok de recopilar datos sensibles de sus usuarios y compartirlos con el gobierno chino debido a los lazos de su empresa matriz, ByteDance, con ese país. Aunque TikTok ha negado estas acusaciones y ha implementado medidas como almacenar datos de usuarios estadounidenses en servidores locales, las dudas persisten. También se ha especulado con que la plataforma podría ser utilizada para influir en la opinión pública a través de contenido sesgado o actos propagandísticos, especialmente en momentos políticos clave como procesos electorales. En un mundo cada vez más digital, el acceso a información personal se ha convertido en un tema prioritario y TikTok, con su sofisticado algoritmo, recopila una cantidad ingente de datos que incluyen ubicaciones, hábitos de usuarios y preferencias personales, lo que ha activado todas las alarmas. Algunos analistas consideran que esta medida también busca proteger a las plataformas tecnológicas estadounidenses, que sufren la enorme competencia de TikTok en el mercado publicitario y de contenidos digitales.
Antecedentes
El cierre de TikTok no es un hecho aislado, sino el último capítulo de una serie de sucesos que han escalado en intensidad en los últimos años. Durante el mandato del presidente Donald Trump, ya se habían planteado restricciones contra TikTok. En 2020, se intentó forzar la venta de las operaciones estadounidenses de la aplicación a empresas locales como Oracle y Walmart, aunque el acuerdo nunca se concretó. Las relaciones entre Estados Unidos y China han sido cada vez más tensas, incluyendo disputas comerciales, tecnológicas y políticas. Empresas tecnológicas chinas como Huawei y ZTE también han sufrido restricciones similares.
Pero TikTok ha tenido problemas con otros países. En la India, fue prohibida en 2020, junto a decenas de aplicaciones chinas, tras el aumento de la tensión política entre ambos países. En esta ocasión, la India invocó el temor a vulnerabilidades en la seguridad nacional y la protección de datos. En Europa, varios gobiernos han expresado dudas sobre cómo TikTok gestiona los datos de los usuarios, lo que ha llevado a abrir investigaciones en países como Francia, Alemania o Reino Unido. Estas pesquisas se han centrado en el acceso que ByteDance podría tener a información sensible y en el cumplimiento de las leyes de protección de datos de la legislación europea. Canadá ha advertido sobre el uso de TikTok en dispositivos oficiales, recomendando su restricción en dicho ámbito. Incluso en Australia, se han planteado debates sobre la regulación de TikTok, aunque aún no se han implementado medidas extremas como una prohibición total. Las autoridades israelíes han dejado entrever la posibilidad de que TikTok se utilice para difundir contenido extremo o incitar a la violencia, dado su gran alcance entre la población joven. Esto ha llevado a debates sobre una supervisión más estricta en ese país. Estos casos reflejan la tendencia a desconfiar de esta plataforma, especialmente en países donde los recelos hacia China son históricos.
Cifras clave
El impacto del cierre de TikTok puede calibrarse bajo varias variables. TikTok cuenta con aproximadamente 150 millones de usuarios activos mensuales en Estados Unidos, lo que representa casi la mitad de su población. Miles de creadores de contenido han basado su imagen o negocio en torno a TikTok, generando grandes ingresos a través de patrocinios, publicidad y venta de productos. TikTok produjo más de 2500 millones de dólares en ingresos publicitarios a nivel mundial en 2023 y, Estados Unidos, representó una proporción importante de esa cifra. Plataformas como Instagram Reels, YouTube Shorts y Snapchat podrían beneficiarse del cierre de la red china al captar a los usuarios y creadores que antes trabajaban con esta.
Proyecciones
El cierre de TikTok podría tener un fuerte impacto en diversos ámbitos. Muchos usuarios, especialmente jóvenes, perderán una plataforma clave para expresarse, entretenerse y generar ingresos. Esto podría llevar a una migración masiva a plataformas alternativas. El cierre probablemente empeorará aún más las relaciones entre Estados Unidos y China, lo que podría desencadenar represalias contra empresas estadounidenses en el extranjero. Este caso podría sentar un precedente para futuras regulaciones tecnológicas, no solo en Estados Unidos, sino también en otros países que están evaluando cómo gestionar la influencia de empresas tecnológicas extranjeras. Con la ausencia de TikTok, podría haber una aceleración en el desarrollo de algoritmos similares por parte de empresas estadounidenses para llenar el vacío dejado por la plataforma asiática.
El cierre de TikTok en Estados Unidos marca un momento crítico en la intersección entre tecnología, política y economía. Aunque las preocupaciones de seguridad nacional son legítimas, también es innegable que esta decisión ocasionará cambios estructurales, tanto para los usuarios como para las relaciones internacionales. El desenlace de esta situación será seguido muy de cerca por gobiernos y empresas de todo el mundo, ya que podría crear una tendencia o, a la postre, redefinir el panorama tecnológico global en los próximos años.