Cómo crear una contraseña segura

En un mundo cada vez más digitalizado, la seguridad de nuestra información personal y corporativa depende en gran medida de la primera línea de defensa que solemos pasar por alto: nuestras contraseñas. Es fundamental recordar la importancia de fortalecer nuestras contraseñas para proteger nuestra privacidad y seguridad online. En este reportaje, exploraremos en profundidad cómo crear una contraseña segura y efectiva, los métodos recomendados por expertos en ciberseguridad y las prácticas que todos deberíamos adoptar para salvaguardar nuestra información en internet.

El estado actual de la seguridad de las contraseñas

A pesar de los constantes avisos y las crecientes amenazas en internet, muchas personas continúan utilizando contraseñas débiles y fáciles de adivinar. Según estudios recientes, contraseñas como «123456», «password» y «qwerty» siguen estando entre las más comunes. Este tipo de claves, debido a su simplicidad, pueden ser rápidamente descifradas por programas automatizados de hacking, poniendo en riesgo la seguridad de los usuarios.

Cómo Crear Contraseñas Fuertes y Seguras

  1. Longitud y complejidad: una contraseña segura debe tener al menos 12 caracteres de longitud. Cuanto más larga sea la contraseña, más difícil será de descifrar. Además, debe incluir una mezcla de letras mayúsculas y minúsculas, números y símbolos especiales como @, #, $, entre otros.
  2. Evitar información personal: nunca utilices fechas de nacimiento, nombres de mascotas, o cualquier otra información personal que pueda ser fácilmente accesible o adivinada por alguien que te conoce o que pueda acceder a tus datos personales a través de redes sociales.
  3. No reutilizar contraseñas: utilizar la misma contraseña en múltiples sitios es un riesgo significativo. Si un hacker obtiene acceso a una de tus cuentas, todas las demás también estarán comprometidas. Asegúrate de tener una contraseña única para cada cuenta importante.
  4. Utilizar autenticación de dos factores (2FA): siempre que sea posible, activa la autenticación de dos factores. Esto añade una capa adicional de seguridad, ya que requiere que confirmes tu identidad con un segundo método (usualmente un código enviado a tu teléfono) antes de acceder a tus cuentas.ç

Herramientas para la Gestión de Contraseñas

Dado el número creciente de cuentas que cada usuario maneja, recordar cada contraseña puede ser un desafío. Los gestores de contraseñas son herramientas esenciales que pueden ayudar a generar, almacenar y gestionar contraseñas seguras sin necesidad de recordarlas todas. Estos gestores encriptan tus contraseñas, ofreciendo una seguridad robusta y la comodidad de tener que recordar solo la contraseña maestra.

Entre las herramientas de gestión de contraseñas más conocidas y utilizadas a nivel global se encuentran LastPass y Bitwarden. LastPass es reconocido por su capacidad para almacenar de forma segura contraseñas y otros datos sensibles como información de tarjetas de crédito y notas seguras. Utiliza una encriptación robusta de extremo a extremo, asegurando que solo el usuario pueda acceder a sus contraseñas con una contraseña maestra, la cual nunca es compartida con el servidor de LastPass. Ofrece funcionalidades como la generación automática de contraseñas seguras, el llenado automático de formularios y la posibilidad de acceder a tus contraseñas desde cualquier dispositivo.

Por otro lado, Bitwarden también se destaca en el ámbito de la gestión de contraseñas, ofreciendo características similares en cuanto a seguridad y funcionalidad. Al igual que LastPass, Bitwarden encripta tus contraseñas y permite la generación automática de contraseñas seguras, el llenado automático de formularios y el acceso desde múltiples dispositivos. Bitwarden es especialmente valorado por su código abierto, lo que permite una transparencia total y la posibilidad de ser auditado por la comunidad de seguridad.

Una nueva normativa europea contra las contraseñas sencillas

En respuesta a la creciente amenaza que representa la ciberdelincuencia, varios gobiernos alrededor del mundo han comenzado a implementar legislaciones específicas para combatir vulnerabilidades comunes en la seguridad de dispositivos conectados a Internet. Un ejemplo notable de esto es la legislación introducida por el Reino Unido, que prohíbe el uso de contraseñas predeterminadas simples y universales en dispositivos inteligentes. Esta ley, parte del Proyecto de ley de infraestructura de telecomunicaciones y seguridad de productos (PSTI), representa un paso significativo en el fortalecimiento de la ciberresiliencia nacional.

La legislación establece requisitos claros para los fabricantes de dispositivos inteligentes, exigiendo que todos los dispositivos vendidos en el mercado no solo vengan sin contraseñas universales predeterminadas como «admin» o «1234», sino que también promuevan la creación de contraseñas robustas por parte de los usuarios desde el momento de la configuración inicial. Además, los dispositivos deben ser capaces de notificar a los usuarios la necesidad de cambiar las contraseñas si estas son consideradas demasiado débiles o comunes.

La importancia de esta legislación radica no solo en la protección individual de los usuarios contra ataques de acceso no autorizado, sino también en la protección colectiva. Muchos ciberataques a gran escala y la formación de redes de bots maliciosos se basan en la capacidad de los atacantes para explotar dispositivos con seguridad débil o inexistente. Al eliminar las contraseñas simples predeterminadas, se cierra una de las vías más explotadas por los ciberdelincuentes para infiltrarse en redes y sistemas.

La ley también obliga a los fabricantes a informar a los consumidores sobre la duración del soporte de seguridad para los dispositivos vendidos, asegurando que los consumidores sean conscientes de cuándo un dispositivo ya no recibirá actualizaciones de seguridad y, por lo tanto, podría volverse vulnerable. Esto no solo mejora la transparencia en la industria de la tecnología, sino que también fomenta un entorno donde la seguridad es una prioridad continua, no solo en el punto de venta.

Adicionalmente, la implementación de esta legislación tiene el potencial de establecer un estándar global, presionando a otros países y mercados para adoptar medidas similares. Esto podría llevar a una mejora significativa en la seguridad global de dispositivos conectados, reduciendo las brechas que los ciberdelincuentes frecuentemente explotan.

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